viernes, 13 de junio de 2008

Cosa de Grandes

Esta es una crítica que hize para ayudar a mi hermana en su revista, hace mucho la iba a colgar, pero siempre tenia algo mas importan- algo mas estúpido que hacer. Se trata sobre la erradicación del trabajo infantil, y aunque no escribí todo lo que quise, porque no supe expresarme, creo que escribí desde lo que sentía.

Desnutridos caballos relinchan, sobre las calles de asfalto, llevando como carga, a dos chicos que dejaron que la suciedad invadiera su cara y sus harapos, además de un cerro de cartones, y de otros elementos que sirven para reciclar. Reciclar es lo que menos les interesa, saben que gracias a esa tarea ecológica, van a poder tener algo con que poder engañar el frío, el hambre o la soledad. Esta resulta una postal recurrente por los caminos de Nueva Córdoba, como en todo el país, es una muestra de los tormentos, a los que son sometidos, muchos menores, desde los niños tareferos en misiones, pasando por los recolectores de algodón en Formosa, y la prostitución infantil, en cualquier rincón de la Argentina.

Mientras ellos deberían jugar, aprender a compartir, respetar pautas, en fin, ser niños; ellos están siendo invadidos por realidades a las cuales no están preparados para afrontar. La mantención de una familia que no es tipo, afrontar la falta de un padre o una madre (ya sea por abandono o por ausencia provocada por el trabajo); muchas de las veces, los hermanos mayores ocupan el lugar de padre, y están obligados a cumplir responsabilidades.

¿La culpa de quien es? Te preguntarás… si cada mente es un mundo, entonces una familia es todo un universo, allí se encontraría una posible respuesta; los padres que faltan por delinquir para llevar el pan a la mesa, las madres que hacen horas extras por los pañales. Pero si subimos un escalón, la distribución de riquezas sería otra respuesta, en un país tan rico como la Argentina, no pueden haber chicos sin las necesidades básicas sin satisfacer. Otro escalón… la sociedad, que paga por servicios de menores, la sociedad que no refugia a los menores. Instituciones como la iglesia o la escuela, no resultan ser esos centros de reunión o soporte para los niños o jóvenes. Los profesores, sólo se preocupan por sus sueldos, y los curas no ofrecen respuestas mas que oníricas o metafóricas.

La solución…¿Cuál es?? ¿La educación? Podría ser… desde la sociedad en general, a la de los jóvenes en peligro. Aunque cualquier proyecto funcionaría a futuro, Argentina es un país en emergencia y necesita respuestas rápidas, no se olviden de ocuparse inmediatamente después de preocuparse.


CREES ESTAR EN SU LUGAR,
VAS A ESTAR EN SU LUGAR

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